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Adrián: así cayó el asesino en serie que operaba en San José

Hombre de 40 años irá 110 años preso por 6 asesinatos y 2 violaciones

Por Pablo Rojas | 10 de Sep. 2016 | 12:03 am

Adrián Javier Arroyo Gutiérrez. Ese es el nombre del más reciente asesino en serie de Costa Rica, quien el pasado miércoles aceptó los crímenes de 6 mujeres indigentes y otras 2 violaciones en perjuicio de una víctima.

Arroyo, un recolector de chatarra con residencia en Barrio México,  recibió una condena de 110 años de prisión por estos delitos. Quizá, de momento, sea el único asesino en serie condenado en la historia criminal del país…

Usó un mismo patrón: buscó indigentes para ofrecer droga a cambio de sexo, una vez consumado el acto, las asfixió y dejó su cuerpo en lotes baldíos.

Para el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) sería uno de los primeros casos resueltos –si no es que es el primero- de homicidas seriales en el país. Por ejemplo, aún está pendiente descubrir quién fue el sicópata o el descuartizador que atacó a principios de la década anterior.

"A nivel histórico pocos casos de homicidas seriales se resuelven. Mueren o son detenidos por otras cosas. En Costa Rica, tenemos muy pocos casos y este sería, si la historia nos da la razón, uno de los primeros en el que se obtiene un éxito", comentó Hugo Monge Delgado, jefe a.i del departamento de Investigaciones Criminales del OIJ.

Arroyo atacó a sus víctimas entre 2014 y 2015 en lotes baldíos de Hatillo, Barrio México y San Sebastián. No fue un caso sencillo, requirió múltiples análisis de escenas, entrevistas a testigos y víctimas que se atrevieron a denunciar.

Durante el proceso, el sujeto fue caracterizado como un hombre violento y sin temor a nada.

"Tenía cierto patrón que nos hacía suponer que se trataba de un homicida serial. Hay algunos casos donde los cuerpos fueron hallados con un avanzado estado de putrefacción, el sitio y la escena no hablan por sí mismos. Hubo que hacer una interpretación", expuso el jefe policial.

Las fallecidas, mujeres vulnerables que vivían en la calle, eran mujeres jóvenes que realizaban favores sexuales para obtener dinero o droga. Arroyo aprovechó eso para cuadrar sus ataques.

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11 de abril, San Sebastián: el olor alertó a los vecinos de la Urbanización Mayorga, en San Sebastián. Según el reporte del OIJ sobre esta muerte, el cuerpo de la víctima estaba en avanzado estado de descomposición, en un lote baldío.

24 de junio, Hatillo 4: el cuerpo de una cuarta mujer fue encontrado en un lote baldío cerca del Rancho Guanacaste, en Hatillo 4. Al momento del levantamiento de su cuerpo, no tenía heridas visibles de alguna agresión. "Aparentemente podría tratarse de una indigente del lugar, versión que no ha sido confirmada aún", indicó entonces el OIJ.

14 de julio, San Sebastián: fue encontrada una mujer de apellido Carmona, muerta en un lote baldío de San Sebastián. El hallazgo lo hizo un vecino de la zona que pasaba por el lugar y vio el cuerpo de la mujer de 27 años debajo de unos arbustos. "Trascendió que aparentemente la mujer quien era habitual de la zona, presentaba aparentes signos de estrangulamiento", se informó un día después del hallazgo.

26 de julio, Hatillo 4: en horas de la madrugada se reportó el homicidio de otra mujer que vivía en la calle, la sexta víctima. Su cuerpo lo encontró un hombre que pasaba en la cercanías del puente peatonal de Hatillo 4.

"El cuerpo estaba semidesnudo y presentaba varias escoriaciones en sus miembros inferiores, aunque no tenía ninguna herida visible de arma.

También presentaba un fuerte golpe en su rostro, al nivel de la boca y otro golpe en la parte posterior de su cabeza, al parecer realizado con un objeto contuso.

Su cuerpo estaba en la parte baja de un puente peatonal, medio cubierto por una lámina de plywood y al momento del hallazgo, la mujer pudo haber tenido unas seis horas de fallecida. Cercano al cuerpo, los agentes del OIJ decomisaron algunos envases en apariencia con alcohol.

6 de agosto, Sagrada Famlia: la séptima víctima fue encontrada a eso de las 2:40 p.m., este jueves cuando Fuerza Pública recibió la alerta del hallazgo del cuerpo de una mujer adulta, en el sector de Sagrada Familia.

La pieza clave

No obstante, a su paso dejó otras violaciones, cuyas víctimas fueron pieza clave en la investigación. Precisamente, la policía las abordó, las rescató y les dio atención para que luego revelaran detalles.

"Una de las víctimas nos dio bastante información y así se individualizó a esta persona (Arroyo). Él la tomó a la fuerza y la abusó. A raíz de esto, se trazaron otras líneas para ver si el sospechoso contaba con otros patrones de un homicida serial", expuso Monge.

En una incursión hecha por los investigadores a los sitios donde Arroyo frecuentaba, se le detuvo y se le realizaron pruebas forenses que permitieron ligarlo con los crímenes. De paso, el OIJ descubrió otros casos de violaciones que ocurrieron en la oscuridad de la noche capitalina.

"La verdad absoluta no existe, pero sería el primer caso de un homicida serial con tantas víctimas, donde la policía judicial logra todo el proceso", señaló Monge, con grado de satisfacción y quien agradeció a los demás investigadores.

Sobre la posibilidad de que se sumen más muertes, eso dependerá de la llegada de nuevas pruebas que permitan ampliar la investigación.

La gran pregunta que quedará sin responder es si Arroyo mató a sus víctimas por puro placer o si fue por otro motivo.

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