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Actividad en el Poás puede extenderse por meses: Esto es lo que está pasando, según expertos

Erupciones en el Poás se mantienen constantes

Por Daniel Córdoba | 23 de Abr. 2025 | 1:19 pm

El pasado 4 de abril, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) indicó que, debajo del volcán Poás, se detectó un cuerpo pequeño de magma, el cual podría ser expulsado o permanecer bajo el cráter.

Desde entonces, la actividad volcánica se ha mantenido con altibajos, conforme a lo esperado por el monitoreo constante de los parámetros geofísicos. Por ejemplo, durante Semana Santa se registró una actividad continua, pero estable, mientras que el pasado lunes 21 de abril se produjo una gran erupción con una pluma que alcanzó los 4 mil metros de altura.

Los expertos del Ovsicori estiman que la actividad en el Poás podría extenderse por semanas o incluso meses, ya que las condiciones dependen del propio volcán y de su evolución.

Leonardo Van der Laat, vulcanólogo, había adelantado que han estado midiendo las vibraciones en el terreno del volcán. Desde junio hasta octubre de 2024, la actividad se mantuvo tranquila, pero a partir de noviembre comenzaron a registrarse deformaciones en la zona.

Fue en febrero de 2025 cuando se detectó un incremento en la actividad eruptiva, la cual ha ido escalando en diferentes etapas. La fase actual inició el 23 de marzo y se ha mantenido activa desde entonces.

Los vulcanólogos Cyril Müller y Maarten de Moor conversaron con CR Hoy y explicaron lo que está ocurriendo actualmente en el macizo.

Müller señaló que las recientes erupciones del lunes y de este miércoles son un proceso "completamente dentro del rango de lo esperable".

"Ahora estamos en este ciclo eruptivo más fuerte desde mediados de marzo, y básicamente hay altos y bajos en la actividad. Por ejemplo, en Semana Santa hubo actividad, pero menor que la observada en los últimos dos días", aseguró.

El investigador explicó que es muy difícil definir un escenario a corto o mediano plazo, ya que dependerá completamente del comportamiento del volcán. Podría presentarse una actividad más intensa o fases más controladas, según el tipo y cantidad de material que emerja del cráter. “En todos los casos, esta actividad podría durar semanas o meses”, agregó.

Müller detalló que el cuerpo magmático bajo el volcán está siendo expulsado a través de las erupciones, aunque en pequeñas cantidades. Además, no se puede descartar que haya aumentado debido a la introducción de nuevos materiales.

La señal de deformación es actualmente más estable, lo cual sugiere que no hay una intrusión activa de magma. Sin embargo, advirtió que este escenario podría cambiar rápidamente, ya que el conducto es ahora mucho más amplio, lo que permitiría que el magma ascienda más rápidamente que antes.

"Por eso es importante seguir monitoreando el volcán, para poder determinar hacia dónde se dirige la actividad. De momento, no observamos un incremento en los parámetros geofísicos; lo que vemos es una continuidad", aseveró.

Por su parte, Maarten de Moor comentó que se realizarán nuevos análisis de la ceniza expulsada recientemente, con el fin de identificar el contenido magmático presente.

Estas pruebas requieren tiempo en laboratorio. Además, el vulcanólogo indicó que aún no ha salido mucho magma del cuerpo reportado anteriormente, por lo que este continúa debajo del cráter.

Anteriormente, Müller y De Moor habían explicado que el Poás ha estado en un proceso constante de "inflarse y desinflarse" desde finales de diciembre de 2024. Asimismo, el macizo ha expulsado ceniza muy fina, que contiene altos niveles de ácidos absorbidos y puede generar afectaciones tanto en la salud de las personas como en el medioambiente.

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