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2023, excelentes resultados económicos y buena base para justicia social

Por Miguel Angel Rodríguez | 29 de Dic. 2023 | 4:46 am

En crecimiento económico, en inflación, en resultados fiscales, en aumento del ingreso durante el año, en exportaciones, en inversión directa extranjera el 2023 se despide con muy buenos resultados.

Estos resultados nos dan una base desde la cual hacer cambios que nos deparen mayor bienestar humano.

En 2023 el PIB se proyecta que crezca más que en cualquier otra nación de OCDE. Probablemente incluso creceremos más que las muy buenas últimas estimaciones del Informe de Política Monetaria del BCCR de octubre de 5%. Al tercer trimestre de este año el crecimiento interanual fue de 5,9%. El IMAE a octubre pasado tiene un crecimiento interanual de 6,7%.

Cierto que el crecimiento del régimen especial (fundamentalmente zonas francas) es mucho mayor al del régimen definitivo, pero ya en octubre el crecimiento interanual de este último que ha venido aumentando desde niveles muy bajos el año pasado, es ya de 5% impulsado sobre todo por construcción y servicios.

Sin embargo, sabemos que el nivel de empleo no a recuperado su nivel previo a la pandemia y ha caído respecto al año 2022.

También sabemos que, aunque en este año ha crecido, el salario real no ha alcanzado aún su nivel anterior a la pandemia. El Ingreso promedio de los hogares que también creció este año tampoco ha alcanzado su nivel real de 2019.

Finalmente, el gasto social en términos reales ha disminuido en los últimos años.

Este panorama nos indica que el muy buen crecimiento que aparentemente se mantendrá el año entrante sin embargo no ha permitido recuperar los niveles de satisfacción de necesidades previo a la covid-19.

Pero esos buenos resultados sí nos dan base para poder mejorar la satisfacción de los habitantes de nuestra nación.

Pero ello requiere importantes cambios estructurales. Sería muy perjudicial desperdiciar este crecimiento sin aprovecharlo para que mejore el bienestar de los consumidores.

Estamos disfrutando de que finalmente con un par de décadas de atraso se enfrentó la necesidad de mejorar las finanzas públicas.

Pero no se ha logrado cambiar la estructura del gasto para privilegiar sectores claves a la vez que se mejora la eficiencia en su atención. Se trata de educación, salud, bienestar social, infraestructura y seguridad.

Es preciso modificar la estructura tributaria a la vez que se implementa un sistema de pensión básica universal y se disminuye la carga sobre los salarios.

Debemos terminar de reformar los sistemas de capacitación laboral, mejorar la formación en habilidades básicas en enseñanza primaria y secundaria y fortalecer y expandir la enseñanza terciaria en matemáticas, ciencias, tecnologías, ingenierías para mejorar la calificación de la fuerza laboral y generar verdaderas oportunidades de superación.

La atención de la seguridad ciudadana demanda una mayor eficiencia en los sistemas preventivos, de justicia y represivos.

Se debe promover mayor competencia e innovación para aumentar la productividad del sector productivo privado.

Son transformaciones graduales que requerirán un esfuerzo prolongado con capacidad previsora y unión nacional para poder tener éxito.

Un esfuerzo aún más difícil por el drástico cambio de época que vivimos, y por nuestro atraso en ajustar la institucionalidad política a los cambios que se han dado en las últimas décadas en la realidad de nuestros partidos políticos y estructuras sociales.

Es difícil. Por ello todos debemos colaborar.

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