Profesor de escuela indígena: “Si ya tenemos carencias, serán más si recortan el presupuesto”

Una de las deudas pendientes para el Ministerio de Educación Pública (MEP) es la atención de los estudiantes que se ubican en territorios indígenas.

El mayor temor para esta población actualmente es atender las tantas dificultades que tienen con un presupuesto educativo bajo, mismo que ha puesto en alerta a toda la población educativa con la estimación para el próximo año, el cual podría caer a un 4.7% del Producto Interno Bruto (PIB).

Según explicó el director del Colegio Académico Sepecue en Talamanca, Limón, Andrey Almengor, si para ellos ya el llegar al centro educativo es un reto, será más difícil si no tienen los recursos económicos para atender las tantas carencias que pasan.

A nivel nacional el recorte presupuestario a educación conlleva que la junta educativa tampoco tenga el dinero y esto nos preocupa, porque no se podrán desarrollar los proyectos para los estudiantes. Si ya tenemos carencias, serán aún más si no hay dinero para enfrentar esos problemas, explicó el director.

De acuerdo con el funcionario,  esto implicaría recortar los esfuerzos que han hecho en pro de la educación indígena, entre ellos: transporte estudiantil, comedores escolares, que son parte de las acciones importantes para atender a los colegiales.

La Defensoría de los Habitantes incluso ha hecho llamados al MEP por la atención de estas poblaciones.

Según explicó la directora de Niñez, Adolescencia y Juventud de la Defensoría de los Habitantes, Laura Fernández, estas poblaciones en su mayoría para asistir a clases deben caminar kilómetros para asistir a un centro educativo.

En los territorios indígenas hay situaciones generales que afectan a toda la comunidad indígena, por ejemplo, carencia de agua potable, comunidades que han tenido y enfrentado desde hace muchos años las dificultades de acceso al agua, la conectividad de Internet, problemas de cobertura eléctrica.

En algunas zonas no hay transporte estudiantil o definitivamente no hay transporte público y los estudiantes deben caminar largas jornadas para llegar a las escuelas o a los colegios, explicó.

Incluso, asegura que parte de esa deuda pendiente que tiene el MEP con estas poblaciones es el fortalecer la matrícula de los estudiantes indígenas, incluso, de niños afrodescendientes.

"Realmente los territorios indígenas se enfrentan a graves distancias respecto a la educación que se presenta, por ejemplo, en la Gran Área Metropolitana y por ende el Comité de los Derechos del Niño ha dicho que el Estado costarricense debe fortalecer las medidas para abordar las deficiencias en la matrícula escolar de niños de zonas costeras rurales, particularmente niños indígenas y afrodescendientes", aseguró.

Trayecto de estudiantes

Recorridos de más de 5 kilómetros, en su mayoría, es parte del día a día de muchos jóvenes indígenas.

Según detalla el octavo informe del Estado de la Educación, muchos centros educativos se encuentran sumamente lejos de los hogares de donde provienen los alumnos, y esto hace que muchos deban cruzar hasta ríos para lograr llegar a la escuela o colegio.

"Los centros educativos se ubican más o menos equidistantes de las casas dispersas en la geografía de las diversas áreas, los alumnos recorren regularmente a pie en distancias de hasta cinco kilómetros desde sus viviendas hasta los centros educativos.

Las vías de comunicación son ríos, trillos, caminos de tierra y caminos lastrados en menor medida. La conectividad por red telefónica es casi inexistente, deficiente por telefonía celular y casi nula por internet. La radio es un medio de comunicación de mayor penetración", detalla el informe.

De hecho, el director, Andrey Almengor, confirma esta realidad y asegura muchos niños salen a altas horas de la madrugada para asistir al centro educativo.

"Salen entre las 3 o 4 de la mañana —cruzando ríos y montañas— para lograr llegar hasta dónde el transporte puede recogerlos y ahí ser transportados al colegio", explicó Almengor, quien también es activista de la etnia Bribri.

El Ministerio de Educación contabiliza poco más de 300 centros educativos indígenas, donde su población ha ascendido a 16.646.

Falta de docentes

La gran dificultad para acceder a las instituciones educativas es uno de los grandes retos incluso para los mismos funcionarios.

Según detalló la Defensoría, actualmente, se carece de profesores de distintas materias educativas para estas poblaciones, quienes terminan solo recibiendo las 4 materias básicas (español, ciencias, matemática y estudios sociales), ya que no hay maestros para otras materias.

En situaciones de docentes hay una falta de códigos (de contrato) en inglés, faltan docentes en educación especial, docentes en educación física, en educación religiosa, en música, artes plásticas, de manera tal que la educación indígena se basa muchas veces en algunos territorios solo en materias básicas.

En otros territorios también se carece de códigos para apoyos educativos y para personas con discapacidad indígena y dadas las distancias los docentes altamente capacitados muchas veces declinan laborar en territorio indígenas, donde deben caminar varios días para llegar al territorio o por ejemplo en el caso de Alto Telire, presenta una imposibilidad casi de llegar, de llevar material educativo, la infraestructura se encuentra en un estado malo y el acceso a los docentes son horas para llegar, explicó Fernández.

Incluso, por la ubicación de muchos centros educativos indígenas, por ejemplo, el material solo puede ser llevado por helicóptero a dicha zona.

Recientemente, la ministra de Educación, Anna Katharina Müller, aseguró que, para atender a la población indígena, se presentaron varios programas al Consejo Superior de Educación (CSE), mismos que aún se están a la espera de ser aprobados.

Por este tema, se consultó al MEP sobre qué acciones se están valorando para mejorar las condiciones educativas de los estudiantes, puesto a que hay una falta de docentes, sin embargo, al cierre de esta nota no se ha obtenido una respuesta.