Músico de la UCR supera barreras y logra una oportunidad única
Joven becado logró ser admitido en el único cupo que había en la Universidad de Viena
A partir del mes de setiembre el trombonista de la Universidad de Costa Rica (UCR) Juan Pablo Marín se unirá a la Universidad de Viena, Austria.
Él logró obtener el único cupo que abre la entidad académica para la realización de una maestría en el Viejo Continente. Luego de múltiples esfuerzos, este joven de 26 años se enrumba a seguir cosechando éxitos en el campo musical.
Marín nació y creció en Guatemala. Desde niño fue cautivado por la música y junto a su hermano iniciaron una travesía… Su hermano eligió la tuba y él, el trombón.
Ambos dieron sus primeros pasos en el colegio, luego en el Conservatorio Nacional de Guatemala. El sueño creció y para poder cumplir su meta tuvieron que dejar su país.
Juan Pablo creció escuchando unos discos de acetato del trombonista Glenn Miller y desde ahí le fascinó el instrumento. Pero a sus 18 años tomó una de las decisiones que cambiarían el rumbo de su vida. Si quería ser profesional, debía volar a Costa Rica. Así llegó a la UCR.
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"Era un salto de fe porque no sabíamos si nos iban a aceptar. Fue muy difícil al incio. El sistema fue muy difícil y es una escuela de alto rendimiento, bastante exigente", comentó el joven.
A los 18 años se topó con un país desconocido. Solo había escuchado de la Sele y del delantero Paulo César Wanchope. Eso sí, fue recibido por unos amigos a los que llama sus "padres ticos", que siempre le dieron un impulso.
También se enfrentó a cambios culturales. Además Guatemala era mucho más barato. El costo de la vivienda, alimentación y transporte resultó ser mucho más elevado en Costa Rica y, a como pudo, pudo logró acomodarse.
Luego del primer semestre consiguió una beca de excelencia académica de la UCR y decidió hacer lo que fuera con tan de seguir aprendiendo de sus catedráticos Martín Bonilla e Iván Chinchilla.
"Tocamos en bandas municipales, conciertos privados, en teatro, cimarronas y también trabajamos en tiendas de centros comerciales", recuerda Marín Reyes.
Con el pasar de los meses logró participar en la Orquesta Sinfónica de Cartago, de Heredia y hasta en la Sinfónica Nacional. Todo esto le fue ayudando muchísimo.
Marín logró establecer un relación muy fuerte con el profesor Martín Bonilla y juntos establecieron metas que se fueron concretando en los pasillos de la UCR.
"Parte del proceso era hacer una audición en el extranjero para hacer la maestría y al final fue bastante positivo. La maestría es en la modalidad de ejecución, perfeccionamiento del instrumento", aseguró. Así fue como probó suerte en la Universidad de Viena. Era solo un cupo y lo logró.
Marín ya se siente un tico más. Vive agradecido con la UCR y con el país que le abrió los brazos. Por eso piensa mantener fuertes lazos con los costarricenses y en un futuro también contribuir con la música en Guatemala.
"Claro que me gustaría ayudar a Guatemala. Allá casi no hay un nivel muy alto. Hay nuevos jóvenes impulsando proyectos nuevos y en unos años también podría participar para apoyar", concluyó.



