Al Qaeda ordena la muerte del Príncipe Harry
Príncipe reconoció haber matado a 25 personas.
(CRHoy.com) El grupo terrorista, Al Qaeda ordenó la muerte del príncipe de Inglaterra, Harry, por las declaraciones que hace en su libro "En la Sombra", donde reconoció haber matado a 25 personas en Afganistán.
El hijo menor del rey Carlos III reconoció que asesinó a estas personas durante sus misiones entre 2012 y 2013.
"No fue una estadística que me llenara de orgullo, pero tampoco me dejó avergonzado. Cuando me encontré sumergido en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, las personas malas eliminadas antes de que pudieran matar a las buenas", relató Harry, en su libro, que ya ha vendido miles de copias alrededor del mundo.
En la edición #8 de la revista One Unmah, el grupo Al Qaeda se refiere al príncipe como Al Zanim.
"Dar paso a las manos islámicas para que sean ellas las que se tomen su justa retribución, ya que los crímenes no caen por estatuto de limitaciones, y los hombres correctos corren tras él, y alabado sea Alá, Señor de los Mundos", destacaron en el artículo, como lo citan medios como ABC, Marca, La Razón y Telemundo.
También se manifestaron contra la poca importancia que se le han dado a las declaraciones del esposo de Meghan Markle, pues consideran que es más importante saber que él mató a 25 personas, que con quién se acostó.
"Como si la sangre de los afganos no tuviera el menor respeto en esta mentalidad arrogante, e incluso el propio Al-Zanim se ha referido con racismo inherente a este tipo de seres humanos", añadieron.
Luego, dijeron que las palabras de Harry "son manifestaciones y reversiones del estándar de la miserable vida británica degenerada, y la muy compleja educación real, por lo que sus memorias fueron un reflejo de la realidad de la decadencia".
La confesión del príncipe Al-Zanim de que mató a veinticinco musulmanes afganos a sangre fría, y que eran solo piezas de ajedrez en sus ojos, nos revela la cantidad de condescendencia, discriminación y amor a la criminalidad en los genes de este componente humano. En la caída animal de su familia y parientes en Londres, el mundo sabe que la corona británica es parte de la civilización de los monos, que solo se preocupa por sus caprichos sexuales, y que la familia real es una familia caída dentro de una sociedad inglesa bestial y que no es digna de respeto y aprecio en absoluto.
