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Jóvenes en edad escolar son los que más sufren de depresión; bullying podría estar detrás

Para la ministra de Educación los estudiantes con buena autoestima no se ven afectados por el bullying

Por Jason Ureña | 24 de Mar. 2023 | 6:11 am

(CRHoy.com) Los muchachos en edad escolar, particularmente de colegio, son el grupo etario que más sufre casos de depresión en el país, según datos del Ministerio de Salud.

El seguimiento de la Dirección de Vigilancia de la Salud determinó que para la última semana del año pasado, los menores de 15 a 19 años tuvieron una tasa de casos de 151,8 por 100 mil habitantes, la cifra más alta si se compara con los otros grupos etarios en estudio.

Entretanto, continuando con la población activa en los centros educativos, los jóvenes entre los 10 y los 14 años de edad reportaron una tasa de 110,0 por la misma cantidad de habitantes, superados solo por adultos de grupos etarios de entre 45 y 75 años de edad.

Gloriela Brenes Murillo, de la unidad de Epidemiología de la Dirección Vigilancia de la Salud, explicó que este trastorno puede llegar a hacerse crónico o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria de los pacientes.

"En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional", dijo.

La especialista del ente rector detalló que esta condición podría ser propiciada por múltiples factores, dentro de los que destacan algunos psicosociales, por ejemplo situaciones estresantes en la vida afectiva cotidiana en centros educativos, espacios laborales o de las vinculaciones sociales.

Para los profesionales en la materia, particularmente en pacientes con esas edades, uno de los principales motivos que puede desencadenar ese trastorno depresivo es ser víctima de bullying en el ámbito educativo.

"La agresión puede iniciar con acciones sencillas como los sobrenombres, el exponer a una persona hasta dejarla ridiculizada frente a las otras o simplemente ignorarla (bullying).

Es por esta razón que los padres y madres, encargados y maestras deben estar muy atentos a este tipo de situaciones, ya que van lastimando la autoestima hasta convertirlo en un problema serio de salud mental", comentó el psicólogo Esteban Jiménez, profesional de CoopeSain.

Foto/Anel Kenjekeeva

Ese criterio de los profesionales en psicología, dista por mucho de lo manifestado por la propia ministra de Educación Pública Anna Katharina Müller Castro, el pasado 16 de marzo en la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa.

"Un niño, una niña, un joven con buena autoestima no se deja afectar por el bullying", dijo la jerarca en esa oportunidad.

Para el  Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica, la víctima de bullying no es culpable de lo que está afrontando como lo quiso hacer ver Müller en su criterio sobre dicha problemática.

"La frase de la ministra no solo sostiene un mito que pone en retroceso los esfuerzos y avances alcanzados en materia de actuación y prevención en el país, sino que ubica a las víctimas en el lugar de culpables y merecedoras de la agresión sufrida, dejándolas en indefensión mayor e instaurando la falsa idea de que sus recursos emocionales son ineficientes, aumentando el deterioro de su salud mental y por ende el riesgo del daño", dijeron.

El colegio que agrupa los psicólogos le aclaró a la ministra que la autoestima que ella refiere no es una causa, si no más bien es una consecuencia del daño creado.

"Ante la evidencia científica y la basta información sobre el tema, resulta inconcebible revictimizar a la víctima trasladando la culpa sobre la persona agredida y su familia, lo cual constituye un hecho de graves proporciones viniendo precisamente de la figura rectora del MEP", agregaron.

En esa línea, Álvaro Solano, director de la carrera de Psicología de la Universidad Fidélitas, señaló que esa autoestima debería ser un indicador que alerte sobre un caso de bullying en un estudiante o menor de edad en general.

"(La víctima) es la persona que recibe las agresiones y humillaciones del acosador. Por lo general, no tienen claro por qué son objeto de esos maltratos y se sienten agobiadas e incapaces de salir de la situación.

Suelen mostrar condiciones de debilidad física o psicológica, baja autoestima, discapacidades, retraimiento, ansiedad o liderazgo pasivo. A veces, la víctima termina aceptando las acusaciones que soporta y se convence de que es inferior, mal estudiante, mal compañero, una persona socialmente desadaptada o incapaz de valerse por sí sola", aseveró el profesional.

Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revelan que Costa Rica es el segundo país en Latinoamérica donde más bullying escolar se sufre.

La información evidencia que el 11% de la población escolar lidia con este tema, mientras la Academia Americana de Psiquiatría para Niños y Adolescentes, indica que hasta un 50% de los niños, niñas y jóvenes en edad escolar son intimidados en algún momento y, por lo menos un 10% son intimidados con regularidad.

"Generalmente, sufren ansiedad y esta se manifiesta en fobia escolar o social, crisis de angustia, trastornos del apetito y sueño, sensación de indefensión, baja autoestima, retraimiento social y cuadros depresivos (pudiendo llegar a la ideación suicida o a cometerlo)", dijo Solano.

Los datos oficiales también demuestran esto dicho por el especialista. Los adolescentes entre 15 y 19 años también son los que más casos de intentos de suicidios se reportan en el sistema de salud nacional, superando la tasa de 300,0 por 100 mil habitantes. 

Así lo demuestra la información recopilada por el Ministerio de Salud durante el año anterior.

"Sin duda, el acoso escolar (bullying) es un tema trascendente y sensible; el cual debe  considerar las denuncias, las cifras arrojadas por múltiples investigaciones y los diversos y trágicos desenlaces que en ocasiones el acoso ha provocado. Los miles de estudiantes víctimas de acoso escolar y sus familias, podrán concordar con que existen consecuencias de largo plazo en sus vidas, y en que no merecen que se trivialice una problemática de tal complejidad.

Cuando una persona sufre acoso escolar (bullying), el caso debe ser atendido con la seriedad que corresponde; donde tanto acosado/a como acosador/a requieren de un abordaje integral, acompañamiento y apoyo profesional", concluyeron los psicólogos.

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