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Incautan un tercer celular en celda de máxima seguridad a Tony Peña Russell

Líder criminal de Limón ha conseguido acceso a 3 dispositivos en cuestión de 4 meses

Por José Adelio Murillo | 21 de Oct. 2024 | 1:11 pm

Tony Alexander Peña Russell, el jefe de sicarios que operaba en Limón y permanece recluido en una celda de máxima seguridad en el complejo carcelario de La Reforma, consiguió infiltrar un tercer celular desde que fue detenido a finales de junio anterior.

El director del OIJ, Randall Zúñiga y dos fuentes judiciales más, confirmaron a crhoy.com la incautación del dispositivo, que ocurrió ayer domingo en horas de la madrugada, en el centro penitenciario de Alajuela. En cuestión cuatro meses, es el tercer aparato que encuentran en el recinto donde el capo permanece encerrado.

Además de este, el pasado martes 6 de agosto, el OIJ y la Fiscalía ejecutaron un allanamiento en la celda de otro supuesto capo, el empresario Darwin González Hernández, conocido como "Pancho Villa", quien afronta un juicio por narcotráfico y legitimación de capitales.

La intención era decomisar esos dos dispositivos para revisarlos y confirmar si González, acusado de liderar una banda que operaba en el sur e importaba droga para distribuirla en Puntarenas, también estuvo relacionado con el intento de soborno sobre una jueza, para que declarase en su favor durante el juicio.

No obstante, ante la presencia de autoridades judiciales ese día para confiscar los teléfonos de "Pancho Villa", la Policía Penitenciaria aprovechó y realizó una revisión por las celdas de máxima seguridad, lo que permitió encontrar otros dos dispositivos en la celda de Tony Peña, según confirmaron fuentes policiales en aquel momento.

Días después, el sábado 17 de agosto se ejecutó otra intervención en el módulo C1 y se encontró un teléfono en la celda de Tony Peña Russell. También se encontraron un chip y dos cables USB.

La Fiscalía de Limón está gestionando una investigación para determinar cómo llegaron los celulares allí. Tony Peña Russell  fue arrestado el pasado viernes 21 de junio tras un operativo que fue calificado como "la captura del año", por las autoridades judiciales.

Es perfilado como jefe de una estructura de sicarios que sería responsable de unas 60 muertes. Fue detenido en una de sus viviendas, debido a que tenía control de varias casas para trasladarse entre una y otra.

Directamente, se le liga con unos 10 asesinatos y 2 tentativas de homicidio. Al capturarlo, le decomisaron dos armas AK-47, un fusil AR-15, tres pistolas, dinero, aparente droga, joyas y un vehículo.

Ingresos constantes

A mediados de agosto, cuestionado por crhoy.com ante la aparición de teléfonos dentro de las celdas de Peña Russell, el jerarca Gerald Campos a cargo del sistema penitenciario, reconoció que hasta ese momento, el Ministerio de Justicia no había presentado denuncias penales sobre estos hechos. 

"Recordemos que cuando el celular está en manos de un privado de libertad, eso no es delito. Hay que buscar quién lo ingresó y por eso fue mi gestión de colaboración con el Poder Judicial. Estaban en una estructura metálica que fue detectada por la Policía Penitenciaria", señaló.

Autoridades judiciales como el fiscal general de la República, Carlo Díaz, y el director del OIJ, Randall Zúñiga, han cuestionado que los celulares estén llegando incluso a las celdas de máxima seguridad, donde se supone que el resguardo en las cárceles es mayor.

"Yo diría que es más un problema de controles en las cárceles. Obviamente es el Ministerio de Justicia, a través de la Policía Penitenciaria, la encargada de velar porque este tipo de instrumentos no entren a las cárceles.

En algunas ocasiones, son las personas que visitan las que hacen la introducción de estos aparatos. A veces incluso por cavidades del cuerpo y ahí es muy poco lo que pueden hacer los oficiales.

Pero también sabemos que hay corrupción en el sistema carcelario y que ese tipo de aparatos entren a máxima seguridad, no es a través de los visitantes porque no llegan a esta zona, sino a través de policías. Allí es donde debería existir un control más estricto", señaló la cabeza del Ministerio Público.

Por su parte, el jefe policial fue enfático en que los funcionarios carcelarios están altamente expuestos a ser contactados por organizaciones criminales para facilitar los teléfonos a privados de libertad sentenciados o indiciados.

"Si vemos que un policía penitenciario puede ganar unos ₡700 u ₡800 mil, o menos si tiene pocos años. Entonces que le paguen a alguien ₡3 millones, sea un policía o alguien externo, es una cantidad muy grande de dinero. 

Hay que mejorar controles y buscar la forma en que se pueda reforzar el compromiso ético-moral de las personas y siempre tenemos esa problemática, cosa que no sucede en otras celdas u otras cárceles administradas por otros países, donde hay tolerancia cero y es un ejemplo bastante importante de referenciarlo", dijo Zúñiga a este medio.

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