Inamu y Conapam ausentes en llegada de migrantes pese a presencia de mujeres y adultos mayores
Niños mostraron signos con hambre

Migrantes deportados de EE. UU.
La Defensoría de los Habitantes cuestionó la ausencia de diversas entidades gubernamentales en la llegada de los migrantes provenientes de Estados Unidos.
En el grupo había un alto número de mujeres, principalmente madres de familia, pero el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) no estuvo presente. Fotografías muestran a mujeres y niños llegando al aeropuerto y al Centro de Atención Temporal de Migrantes (Catem).
Lo mismo ocurrió con el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), pese a que había adultos mayores con dificultades para trasladarse y que requerían un abordaje especial.
En el caso del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), sí estuvo presente, pero "su sola presencia no fue suficiente", ya que la intervención no estuvo coordinada para realizar un abordaje integral de los menores que venían en el vuelo de migrantes deportados, considera el ente defensor.
Las personas menores de edad están siendo víctimas de un proceso injusto. Luego de un traslado aéreo de más de cuatro horas, fueron trasladadas de inmediato en un segundo medio de transporte. Además, sus madres manifestaron que llevaban horas sin poder dormir adecuadamente y, al abordar los autobuses, mostraban signos de hambre, aseguró la Defensoría.
Anargerie Alvarado, gerente técnica del PANI, aseguró que en el aeropuerto Juan Santamaría hubo un "equipo interdisciplinario". Además, este viernes en las oficinas de la Zona Sur se atenderán situaciones referidas por las "autoridades correspondientes".
Desde el órgano defensor se cuestionaron distintos aspectos sobre el abordaje brindado a estas personas:
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Falta de un lugar adecuado: No se dispuso en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría de un espacio adecuado para su llegada y permanencia hasta su traslado al Catem-Sur, pese a que se trataba de un número elevado de personas. Aunque el vuelo duró más de cuatro horas, fueron trasladados de inmediato en autobús para un viaje de aproximadamente siete horas.
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Incertidumbre: Los migrantes indicaron que carecían de información sobre el país de llegada, los procedimientos migratorios que se aplicarían y el lugar y tiempo aproximado de traslado. También pedían ejercer su derecho a comunicarse con sus familiares y solicitaban apoyo para lograrlo. Consultaban sobre su permanencia en el país y el plazo estimado de estadía, entre otros aspectos. "La falta de esta información incrementó la angustia y la incertidumbre de estas personas", aseguró la Defensoría.
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Traducción limitada: Los traductores ofrecieron un mensaje muy básico, "sin abordar las necesidades ni los llamados propios de las personas deportadas".
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Despojo de documentos: Los migrantes fueron despojados de sus documentos de identidad, incluidos sus pasaportes, lo que limitó la posibilidad de verificar los vínculos familiares.
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Uso de esposas: Algunos hombres mostraron marcas en varias partes de su cuerpo.
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Falta de verificación médica: No hubo una atención prioritaria e individualizada para cada persona que permitiera identificar requerimientos médicos particulares.
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Atención psicológica: Se observó que algunas personas requerían contención emocional; sin embargo, no se brindaron primeros auxilios psicológicos.
Las instituciones cuestionadas por la Defensoría fueron contactadas por crhoy.com para conocer las razones de la ausencia, pero al cierre de la nota la gestión se mantiene en trámite.













