Fiscalía pide 366 años de cárcel contra Pikachú, Gordo Ramos y aliados narcos de Puntarenas
“Gordo Ramos” y “Los Pikachú” colaboraron para atacar a banda rival “Los Guayacanes” en Puntarenas
La Fiscalía Adjunta de Puntarenas solicitó 366 años de prisión, en total, en contra de seis miembros de la banda narco porteña conocida como "Los Pikachú". Ellos son acusados de delitos de homicidio calificado, tentativa de homicidio, asociación ilícita, tenencia ilegal de armas permitidas y transporte de componentes de armas prohibidas.
Contra uno de los principales líderes de apellidos Villafuerte Guido alias Pikachú, el Ministerio Público solicitó imponer 76 años de cárcel. Contra el cabecilla apellidos Ramos Quirós alias Gordo Ramos y su hermano alias Chote, pidieron un castigo de 61 años de prisión.
Contra otros miembros de apellidos Carvajal Gómez alias Cabezón, Lara Montero y Gutiérrez Álvarez, la Fiscalía pretende 56 años de cárcel.
"Gordo Ramos" y "Pikachú" son dos dirigentes delictivos que se brindaban apoyo mutuo y mantenían nexos con el fin de fortalecer su negocio ilícito principal: la comercialización de drogas en territorio porteño.
De acuerdo con la pieza acusatoria, de forma conjunta ambos cabecillas junto a algunos de sus cómplices, Ramos y Villafuerte planificaron y ejecutaron el asesinato de Bryan Álvarez Jiménez, así como las tentativas de homicidio contra cuatro personas más, todas ellas integrantes de "Los Guayacanes", una banda rival asentada principalmente en Bellavista.
Producto de uno de los atentados, mataron a Álvarez de balazos en el tórax y abdomen, mientras que otro hombre, de apellido Cuaresma, tuvo lesiones en su rodilla izquierda.
Tanto estos hombres como los miembros de sus bandas serían los responsables de una ola de asesinatos que se desató en 2023 en varias comunidades porteñas.
Las organizaciones delictivas de "Gordo Ramos" y "Pikachú" colaboraban entre sí y tenían vínculos en sus negocios ilícitos, pero, a raíz de la captura de varios sicarios, comenzaron a tener diferencias que desembocaron en un "divorcio" entre ambos bandos.
Varias muertes violentas ocurridas en 2023 han sido vinculadas con estas agrupaciones. Al parecer, tanto Ramos como Villafuerte les pagaban a sicarios para deshacerse de sus rivales, pertenecientes a otros grupos más pequeños que intentaban incursionar en la venta de droga.
Aparentemente, estos grupos operaban desde 2022. Entre sus acciones criminales, las bandas reclutaban a jóvenes y menores de edad para que se encargaran de cometer delitos e infundir temor en las comunidades.