Logo

Estado de la Educación: Toda una generación enfrenta secuelas por el “apagón educativo”

Por Agencia | 31 de Ago. 2023 | 10:02 am

(CRHoy.com) Tras la pandemia, el Banco Mundial y Unicef estiman que la pérdida de aprendizajes para Costa Rica podría ser de entre uno y dos años de educación formal. Junto a México y Ecuador, esta es la mayor pérdida de aprendizajes registrada en América Latina, así lo detalla el más reciente informe del Estado de la Educación.

La entrega de este 2023 resalta lo que los expertos llaman "un fallo desde la matriz del sistema" y lo ejemplifican en su portada incluyendo la palabra "Educasion". Así de impactante es lo que está ocurriendo en el sistema educativo público nacional.

"Estudiantes de tercer grado saben hoy lo que deberían de saber cuando estaban en primer grado. No es que nuestra niñez no quiera aprender. Entran motivados, con alto interés en la escritura y lectura. El problema es que entran renqueando. Les cuesta el reconocimiento de palabras, sílabas y escribir el nombre propio. Imagínense, algo que debieron aprender en preescolar", comentó Isabel Román, investigadora del Estado de la Educación.

Sin estas bases, el desarrollo estudiantil de estos niños, serán probablemente malo.

El noveno informe presentado este jueves muestra que toda una generación de estudiantes del sistema público costarricense enfrenta las secuelas de las interrupciones de los ciclos lectivos ocurridas durante el período 2018-2021. Este es un proceso que está marcado por la pérdida de aprendizajes.

Durante los años de pandemia, el Ministerio de Educación Pública (MEP) se concentró en garantizar la continuidad de la educación mediante lecciones a distancia o mixtas, pero sin asegurar el desarrollo de competencias claves, entre ellas la lectora y la matemática.

Esto provocó que la tasa de escolaridad aumentara y que la exclusión educativa disminuyera, pero la calidad de la educación que recibieron los estudiantes cayó considerablemente.

El investigador Dagoberto Murillo Delgado explica que las estrategias para garantizar la continuidad tuvieron efectos positivos en indicadores de permanencia, aprobación, repitencia y tasa de escolaridad, los cuales son utilizados, tradicionalmente, para evaluar el desempeño del sistema educativo. Sin embargo, no reflejan la gravedad de la afectación sobre los aprendizajes.

"La tasa de escolaridad, indicador que se refiere a si la población estudiantil asiste al centro educativo con la edad correspondiente, esto según los reglamentos del MEP, muestra un crecimiento significativo, especialmente de la educación diversificada que pasó de 48,1% en 2018 a 62,7% en 2022", puntualiza el investigador.

Es decir, en cuatro años, la tasa de escolaridad de las personas matriculadas en décimo y undécimo (educación diversificada) del colegio aumentó en más de 14 puntos porcentuales. Una situación similar ocurrió en cuarto, quinto y sexto grado de escuela (segundo ciclo), ya que la tasa aumentó en 10,6 puntos porcentuales durante el mismo periodo.

Otro indicador que presentó un comportamiento atípico es el de exclusión; es decir, el alumnado que abandona los estudios registró un nivel bajo histórico del 0,7% en el 2021.

"Ahora, el reto está en aumentar la calidad de la educación y enfrentar el empobrecimiento de los aprendizajes; para tal efecto, se deben mantener los bajos niveles de exclusión mostrados en los últimos años, principalmente en la secundaria tradicional, que fue inferior al 4% en el 2022", agrega Murillo Delgado.

Sin evaluación ni seguimientos

El plan de nivelación académica que implementó el MEP durante la pandemia no partió de una evaluación de los aprendizajes del estudiantado en todos los ciclos educativos a nivel nacional, detalla el informe.

El plan tampoco contó con mecanismos de seguimiento ni evaluación de su efectividad; y, se originó en un contexto de transición gubernamental, que finalmente desencadenó en su discontinuidad bajo la administración de Rodrigo Chaves Robles.

Según el Noveno Informe, es previsible que aumente la población estudiantil ubicada por debajo de las competencias mínimas esperadas en lectura y matemáticas.

"Actualmente, el sistema educativo debe trabajar con una generación estudiantil que presenta rezagos importantes en conocimientos y habilidades básicas. De no atenderse esta situación, podría generar un efecto rebote en la exclusión, reprobación y asistencia del estudiantado", advierte el investigador.

Este avance se debe, en parte, a las decisiones administrativas y la flexibilización de los estándares académicos. El Estado de la Educación advierte que, si el sistema educativo no ofrece apoyos extraordinarios a la población estudiantil, los graves rezagos de aprendizajes pondrán en riesgo el éxito de sus trayectorias educativas y laborales.

Comentarios
0 comentarios