Caso Condominio 8: inversiones por ¢100 millones en 2 años delataron a grupo criminal

Inversiones por aproximadamente ¢100 millones, realizadas por miembros de una agrupación criminal de Cartago desarticulada este lunes por supuestamente distribuir cocaína rosada, marihuana y otras drogas sintéticas, fueron clave para que la policía judicial detectara los movimientos financieros que usaban para bancarizar sus ganancias o colocarlas en distintos negocios.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Cartago, a través de su División de Estupefacientes, dio un fuerte golpe a este grupo al ejecutar 17 allanamientos durante la jornada, en los que detuvo a 13 personas. Además de Cartago, hubo diligencias en Heredia y Limón.
Michael Soto, subdirector del OIJ, confirmó que las principales inversiones se hallaron en una llantera en Ochomogo, frente al plantel de Recope, así como en una casa adquirida recientemente en Birrisito de Paraíso, además de varios vehículos de alto valor.
Información a la que tuvo acceso este medio detalla que, en el ámbito patrimonial, se identificó la adquisición de bienes muebles e inmuebles mediante hipotecas, prendas y el uso de testaferros. El valor estimado asciende a ¢34 millones, además de ¢50 millones en gastos por remodelaciones y compras, todo producto de actividades ilícitas.
"Como suele ocurrir en este tipo de caso, las personas al tener cantidades de dinero en efectivo importantes, o significativas, tratan de colocarlas para que no se vuelva evidente.
Entre esa colocación el grupo empezó a adquirir algún tipo de bienes, pero también vimos movimientos bancarios importantes, significativos y que se distribuían entre algunas de las cabecillas del grupo, como suele ocurrir, familiares, la esposa del cabecilla, etcétera", explicó Soto.
El jefe policial indicó que el grupo era relativamente nuevo, con pocos años de operación, y no podía considerarse una estructura consolidada, aunque mantenía una logística amplia y roles bien definidos entre sus miembros.
"Si hubiésemos dejado pasar el tiempo, es probable que la persona hubiese adquirido más bienes, carros de más alto perfil, casas de más alto perfil, otro tipo de locales comerciales, ya hubiesen incursionado en el testaferrato, de una forma más aguda o en el tema de los préstamos este gota a gota, pero podríamos decir que era un grupo de pocos años, quizás de poca experiencia en el ámbito criminal, sobre todo en la legitimación, que no es fácil, pero de momento eso era lo que llevaban y probablemente iba a ir creciendo", sostuvo.
Una de las inversiones más visibles era la llantera, negocio donde se manejaba una alta cantidad de dinero en efectivo, tomando en cuenta su ubicación estratégica sobre una ruta nacional muy transitada.
"Ustedes saben que un negocio, por ejemplo, como la llantera debe que tener alguna formalidad. Entonces ahí utilizaban otras personas para que les hicieran todos esos movimientos", detalló Soto.
Cocaína rosada y marihuana
El grupo era investigado desde 2023 por tráfico nacional de marihuana y tusi, conocida como cocaína rosada, así como otras drogas sintéticas.
Estos sujetos, en apariencia, eran nómadas de condominios en Cartago, ya que la policía detectó que varios de sus líderes cambiaban frecuentemente de residencia dentro de estos complejos habitacionales para evitar ser localizados por las autoridades.
Condominio Nobleza, Barcelona, Novarum y Pueblo Nuevo, son algunos de los sitios donde estuvieron residiendo los sospechosos de apellidos Salas Solano (24 años), Bolaños Hernández (37), Montero Tames (24), Quesada Gómez (29), Rodríguez Solano (alias Perla) y Pérez Garro (alias Nacho).
Uno de los eslabones más altos en la organización era de apellidos Ortiz Rosa, quien presuntamente adquirió una vivienda meses atrás en Birrisito de Paraíso, Cartago.
En esa propiedad inició el cultivo de marihuana hidropónica para disponer de más producto, distinto al que provenía de Colombia.
Ortiz Rosa contaba como aliado con otro hombre de apellidos Leiva Arias, vecino de Limón y vinculado a la organización conocida como La H.
En apariencia, Leiva era quien le suministraba la marihuana proveniente de Colombia. También colaboraba otro sujeto de apellidos Barrantes Quesada, de 36 años y vecino de Heredia.