A Rebeca el estrés le jugó una mala pasada pero la vida le dio otra oportunidad
Sufrió un accidente cerebrovascular hemorrágico.
(CRHoy.com) El estrés, las preocupaciones y el corre-corre diario le jugaron una mala pasada a Rebeca Porras, quien sufrió un accidente cerebrovascular que la hizo replantear su vida y darse cuenta de que lo más importante es la salud mental.
Esta mujer de 37 años siempre había padecido de episodios de migraña e incluso tomaba medicamentos, pero ninguna como la que tuvo el 2 de junio anterior.
"Ese día justamente amanecí con mucho dolor desde las 3:00 a.m. Me sentía mal y mal. A las 2:00 p.m. mi pareja me dijo ‘voy a ir a traer a los chiquillos a la escuela'. Ya de ahí no me acuerdo más. La migraña, principalmente el estrés, la colapsó, porque yo venía fatal del estrés, mi hijo venía con un problema en la manita y había que operarlo y la noche anterior, venía de estar con mi hija en el hospital", aseguró.
Cuando su pareja llegó a la casa 3 horas después, la encontró desmayada y tuvieron que correr al hospital de Alajuela.
"A las horas, los doctores le dijeron a mi pareja que yo había tenido un accidente cerebrovascular hemorrágico. Me hicieron un procedimiento para sacar el coágulo y el doctor dijo ‘no entiendo cómo ella está viva'. No sabemos cuánto tiempo estuve yo desmayada, si fue a las 2:00 p.m. cuando mi pareja se fue o a las 5:00 p.m. que es cuando me encuentra mal", recordó.
Ella estuvo internada alrededor de una semana en el centro médico y salió sin caminar ni hablar. El derrame le causó daños en la parte derecha del cerebro que la dejaron sin mover su pierna y su mano izquierda.
Los médicos le dijeron que no había mucha posibilidad de que ella caminara. No obstante, esta vecina de San Isidro de Alajuela le ha puesto todo su empeño a la recuperación y 3 semanas después, pudo levantar su pie.
"Al inicio fue difícil porque yo soy muy independiente, soy la que corre por todos, la que me gusta llevar a mi papá -si se puede a las citas- y tener la casa bonita, mi emprendimiento de desayunos. Claro que la vida me cambió, depender 100% de alguien", expresó esta madre de 4 hijos, 2 de corazón.
Ya Rebeca no se puede peinar ni mudar sola y tiene una parálisis facial. Tiene que pedir ayuda a su familia e ir dos veces por semana a rehabilitación.
Si la fuerza que tengo, la gasto en llorar, me voy a morir. Mejor ponerle ganas y fuerza. Tengo a toda mi familia apoyándome, mis papás, mis hermanos, los chiquillos.
Aunque reconoce que al principio fue muy duro el tema emocional, la psicóloga le recomendó contar su testimonio en redes sociales y así lo hizo. Desde hace algunos días ha realizado videos contando su historia en Tiktok.
"Yo no esperaba lo que pasó, los comentarios y el apoyo de la gente. Eso emocionalmente me ha ayudado mucho. La gente ha sido buena".
Hoy agradece a Dios por la nueva oportunidad que le dio de vivir y porque, entendió que es indispensable pensar siempre en uno mismo y ponerse como prioridad.
Si uno se revisa, uno se va dejando de lado, primero los demás. ¡Más si uno es mamá! Uno tiene que quererse, poner todo en las manitas de Dios y después las ganas que uno quiera ponerle. Yo espero recuperarme lo mejor posible, si no se puede, aprender con lo que quede de lesión, seguir con mi emprendimiento de desayunos y que, por lo menos, una persona vea mi testimonio y diga que sí se puede, luchando con ganas. Que yo sea un ejemplo para que la gente piense un poquito en quererse.









